Lo que contaremos a continuación es apenas un claro ejemplo que en materia penal este país es literalmente "una joda". Días atrás un adolescente de 16 años pidió permiso a sus padres para visitar a una amiga, en calle San Lorenzo. Fue una de las primeras veces que el joven salió solo, sin la compañía de sus padres. Pero mientras caminaba por Av. Libertador, fue interceptado por dos hombres y una mujer, a la altura de calle Perú, quienes lo asaltaron. Además de sacarle el dinero que llevaba encima, le quitaron sus zapatillas, que tenían apenas 15 días de compradas. El chico quedó descalzo en la vereda, avisó a sus padres con el celular que no le llegaron a robar, y estos a la policía. Primeramente fueron los papás de la víctima quienes buscaron