Los tres detenidos e imputados por el crimen durante un asalto de Roxana Toledo pasaron sus primeros días en la cárcel de San Rafael.
Los hermanos Marcos Leonel y Guido Gastón Forconi Sombra, de 22 y 29 años, respectivamente, quedaron alojados en el Pabellón Nº5.
Al mismo penal, pero a otro sector fue a parar Juan Carlos Bravo (33), el señalado y confeso chofer del auto que llevó a los sospechosos a perpetrar el asalto contra la trabajadora de la panificadora Belén el jueves 16 de abril, cuando regresaba a su casa.
Todos están vinculados a un homicidio criminis causa, es decir, matar a la víctima para lograr la impunidad de otro hecho, en este caso el robo de cerca de 5.000 pesos en efectivo.
LAS DETENCIONES
Bravo fue el primer detenido. Cayó el sábado en el barrio El Sosneado.
El vehículo, un VW Gol color gris, fue incautado, y los hermanos Forconi, reconocidos barrabravas del club Huracán, se presentaron espontáneamente ante la Unidad Investigativa departamental el lunes a las 10.
Lo hicieron porque estaban «acorralados», y después que el abogado Iván Trollano acordara telefónicamente, con la jueza subrogante del caso, Lidia Cófano, que estaban dadas las garantías para que no sufrieran ataques a su integridad física.
Más allá de la historia de la detención y la presentación espontánea de los tres acusados de acribillar a Toledo para robarle la recaudación de sucursales de la panadería mientras regresaba de General Alvear en una Mercedes Benz Sprinter, existe un prontuario por cada individuo que marca la clase de malvivientes que buscaban los pesquisas: peligrosos.
CONDENADOS, PRESOS Y LIBERADOS EN INFINIDAD DE OPORTUNIDADES
Los tres fueron condenados en alguna etapa de su vida por robos agravados en San Rafael. Presentan entradas y salidas de prisión desde temprana edad. Se evidencia que, tras ser detenidos por algún asalto, recuperaron su libertad pagando cauciones y que regresaban a los pocos días a la cárcel por un nuevo delito.
El diario provincial El Sol accedió a las fojas del prontuario de los sospechosos del crimen, y ante el análisis de las fojas, se observa que son sujetos que, a pesar de ser reincidentes, siempre recibieron sentencias que no superaron los cuatro años y medio de prisión.
MARCOS FORCONI, EL PRONTUARIO
Marcos Leonel Forconi nació el 8 de octubre de 1992. Junto con su hermano más grande, es señalado como uno de los que dispararon una pistola calibre 9 milímetros contra la joven madre de cuatro hijos para robarle el dinero que trasladaba.
Lo detuvieron por primera vez el 6 de junio del 2011 y lo acusaron por un robo agravado por su comisión en el lugar en poblado y en banda (expediente 49.060/11), y pasó a la cárcel local. El 13 de julio de ese año recuperó la libertad después de una caución juratoria.
No estuvo mucho tiempo en la calle: el 1 de agosto volvió a ser arrestado por el mismo delito y se le inició el sumario 50.439/11. El 26 de marzo del 2012, la Primera Cámara del Crimen de San Rafael lo liberó tras un juicio porque la condena era excarcelable.
Ocho días después de “esquivar” la cárcel, el 3 de abril, el barra volvió a caer en las redes policiales por privación ilegítima de la libertad, abuso, tenencia de arma, daño y violación de domicilio. Logró otra fianza el 24 de ese mes pero lo apresaron nuevamente siete días después por otro robo agravado (causa 61.449/12).
El 25 de marzo del 2013, la Primera Cámara del Crimen, la misma que lo había liberado años antes, lo condenó a 3 años y 4 meses de encierro por este último expediente.
El 5 de mayo del año pasado, el Juzgado de Ejecución Penal Nº1 de Mendoza ordenó la libertad condicional. A este joven de 22 años no volvieron a vincularlo a un hecho delictivo hasta el crimen de Roxana Toledo.
GUIDO FORCONI, EL PRONTUARIO
Guido Gastón Forconi es el hermano mayor de Marcos Leonel. Tiene 28 años (nació el 6 de octubre de 1986) y también era miembro de la parcialidad más violenta del Globo sanrafaelino.
Registra su primer tipeado en su prontuario el 8 de agosto del 2005, cuando lo aprehendieron por un robo agravado y privación ilegítima de la libertad.
Casi un mes después, el 14 de setiembre, el Primer Juzgado de Instrucción le dio la libertad a cambio de dinero.
En setiembre del 2007 lo arrestaron por resistencia a la autoridad (expediente 3.975/07) y también ganó la calle con una fianza personal.
El 9 de enero del 2008 fue apresado por robo en concurso real con hurto. Otra vez salió de la cárcel por decisión del Tercer Juzgado de Instrucción y lo atraparon en marzo del 2009 por daño agravado y resistencia a la autoridad.
Finalmente, llegó a debate y el 18 de diciembre de ese año lo condenaron a 3 años y 8 meses. La Segunda Cámara del Crimen unificó una pena de dos meses con la más reciente y fue liberado al poco tiempo. Volvió a ser detenido el 27 de este mes.
JUAN CARLOS BRAVO, EL PRONTUARIO
Juan Carlos Bravo nació el 16 de julio de 1981. Lo llamativo de Bravo es que había recuperado la libertad el 13 de marzo, después de ser apresado por un intento de robo armado el 29 de diciembre del 2014.
Pero su historia delictiva comenzó en el 2001 con un robo en grado de tentativa. Lo liberaron por ese hecho y volvió a caer en abril del 2004 por otro caso parecido.
La Justicia lo liberó por falta de mérito en otro asalto, y cayó por un robo agravado en febrero del 2005.
El 24 de abril del 2006 se sentó en el banquillo de la Primera Cámara del Crimen y lo sentenciaron a 3 años y 4 meses de cárcel.
Salió en libertad condicional el 9 de mayo del 2007 y fue arrestado el 16 de setiembre del 2008 por otro robo.
Nuevamente lo encontraron culpable y recibió 4 años de cárcel.
En setiembre del 2009 lo beneficiaron con la libertad asistida.
En julio del 2010 fue protagonista otra vez por un hecho de inseguridad cuando lo detuvieron tras una denuncia por privación ilegítima de la libertad y robo agravado.
El 18 de julio del 2011, volvió a los Tribunales para ser condenado por otra de sus causas, y se le declaró la segunda reincidencia, recibiendo 4 años de encierro en la penitenciaría.
A principios del abril del año pasado recuperó la libertad pero lo detuvieron a fines de año. Pagando una caución personal, volvió a salir casi un mes antes del crimen de Toledo (Fuente fotos y prontuario El Sol).
COROLARIO: Todo esto nos deja claro que falla el sistema judicial, que peca de hiperflexibilidad, problemática potenciada por decisiones «blandas» de jueces y fiscales, quienes tienen autoridad para dar penas mayores e impedir las excarcelaciones ante la comisión de un delito por parte de sujetos que ya tienen condenas previas, pero que parecen beneficiar más a los malvivientes que a los ciudadanos honestos.