A 14 meses de la asunción de Macri, Ernesto Sanz habla de todo

El diario Clarín, después de mucho tiempo, volvió a entrevistar al ex senador nacional Ernesto Sanz.
El periodista Marcelo Helfgot le preguntó sobre el funcionamiento del gobierno de Mauricio Macri, el rol del radicalismo en Cambiemos, su relación con Lilita Carrió, y hasta cuestiones de su vida privada, incluyendo sus emprendimientos turísticos en San Rafael.

¿Qué papel juega el radicalismo cuando la democracia no está en peligro?
-La vida vuelve a poner al radicalismo en un protagonismo trascendente. En la democracia apareció un virus que la devalúa, el populismo, y la UCR es el garante de lo contrario: la república. Durante el kirchnerismo fuimos baluarte de la resistencia a un modelo populista, autoritario y corrupto.

-¿Y encontraron en Macri el abanderado el antipopulismo?
-No es así. Le tocó liderar este proceso histórico, pero quiero reivindicar el rol del radicalismo, no ponerlo en términos personales. Me interesa la construcción de Cambiemos, porque así vamos a proveer al país de un sistema equilibrado de dos coaliciones que se equilibren y autocontrolen. La otra sería el peronismo. Es un sistema que explotó hace tiempo.

-¿Lo que pasó con Prat-Gay significa que el Presidente se encierra en su grupo íntimo?
-Se va Prat-Gay y entra un equipo completo que prácticamente viene del radicalismo. Al contrario, veo gestos de integración. A diferencia de lo que muchos decían hasta con ironía, que el radicalismo la veía de afuera, no sé qué van a decir ahora. Habla muy bien de la cabeza del Presidente y de nosotros. Déjeme pasarle un aviso: quiere decir que el equipo de nuestra precandidatura presidencial estaba preparado para gobernar.

-Da la sensación de que los radicales con cargo lo consideran un nexo con el Gobierno y que el resto no se siente representado…
-El partido tiene una herramienta poderosa que es la reunión de los martes en Casa de Gobierno entre tres representantes de cada lado. Eso es radicalismo orgánico. En mi caso, funciono como ayuda, de nexo, acompañante, apoyo, consejo, de afuera, lo que sea. Es interesante, porque me permite acompañar al partido y al Presidente.

Ernesto Sanz: "En la UCR tenemos territorialidad, el PRO a Macri y Carrió lo mediático"

En la escuela primaria de San Rafael, en 1969. Ernesto Sanz vota delegados al Centro de Estudiantes. Gobernaba el general Juan Carlos Onganía, pero el director del colegio era radical.


-¿Por qué de pronto deja de ir a la Rosada?
-Es un tema de mediatización. No me interesa estar en una foto.

-¿Es cierto que su mujer le dio un ultimátum para que se aleje de la política?
-De ninguna manera. Mi esposa conforma conmigo una pareja muy sólida en la cual tenemos un proyecto de vida en común, que involucra acompañar a nuestros hijos, tener nuestras posadas, disfrutar de los nietos. Y muchos años estuvo en segundo plano por mi vida política. Pero eso terminó en 2015 por decisión propia, cuando terminé mis mandatos de senador y de presidente del radicalismo.

-¿Y si Macri le ofrecía algo más importante que ser ministro de Justicia?
-Lo mismo. A un año, espero que todos se hayan dado cuenta de que fue una decisión realmente de vida, que no fue una especulación política. Eso es no conocerme ni saber qué siento. Después del político o antes del político tengo mi vida personal y no la negocio con nadie. Es un placer acompañar a mis hijos en sus emprendimientos turísticos.

-¿Anda bien el turismo?
-Sí. Tenemos una posada cada uno. La de mi hijo y la mía en la zona rural de San Rafael, y la de mi hija, más en el centro. Las tres a full.

-¿Pese a que la moda es viajar a hacer compras a Chile?
-Los turistas vienen a San Rafael. Los que se van a Chile son los locales. Ese es un temazo, que tiene que verse desde el punto de vista de la economía. Es por la falta de competitividad.

-¿Cree que hay que abrir la economía?
-Tiene que ver con el costo argentino más que con la apertura. Puede que acá tenga una diferencia con el Presidente o alguna gente cercana. Lo escuché decir que los veinte países más exitosos son los que más abrieron su economía. Pero no se puede comparar con la Argentina. Para abrirnos al mundo, cosa que me parece extraordinaria, primero hay que resolver los problemas macro. Abrir la economía indiscriminadamente haría caer la industria. Es decir que hace falta cierto grado de proteccionismo sano, cierta gradualidad hasta que la macroeconomía se estabilice, hasta que la inflación sea de 4 ó 5 puntos, que el costo laboral sea acorde a los demás países.

-¿Mantendríamos déficit e inflación?
-Se lo explico de esta forma: un amigo dice que la Argentina está condenada a un trilema. El Gobierno tiene tres desafíos y él dice que no se pueden cumplir los tres: salir del populismo, gobernar en minoría y ganar la primera elección de medio término. Yo digo que sí. Pero no podés salir del populismo económico con políticas de shock. Hay que convivir con un poco de déficit fiscal y de inflación. En lo institucional salimos con shock, que es hacer funcionar al Congreso, darle independencia a la Justicia, devolverle a los gobernadores el dinero que el kirchnerismo le manoteó.

Ernesto Sanz: "En la UCR tenemos territorialidad, el PRO a Macri y Carrió lo mediático"

Recibiendo el título de abogado en la Universidad Nacional del Litoral, en 1981.

– ¿Hay que convivir con el populismo?
– Necesitamos cada día un poco menos de populismo. Si me pone de título ‘Convivir con populismo’, estamos jodidos. Gobernar en minoría sin conceder nada no nos permitiría sacar ninguna ley. Tenés que conceder como se hizo si querés ganar las elecciones. No somos una sociedad de noruegos y finlandeses que vino y se trasplantó.

– ¿Hubo más chequera que política?
– Es difícil de medir. Con el diario del lunes siempre te quedás con gusto a fósforo pensando ‘concedí demasiado’. Pero el Gobierno se maneja con mucha cintura. Todos contribuimos a esto y hubo comprensión. Rescato a mi amigo Miguel Pichetto, que fue un baluarte, y a la mayoría de los gobernadores.

– ¿Y Massa como se comportó?
– Yendo y viniendo. A veces con actitudes dignas de aplauso y otras, de repudio.

-¿Ya se resignó a que no se hará el gran acuerdo políticos y social que propuso?
– No me resigno. Siempre están latentes, pero este año es distinto. Una cosa es hacerlo cuando empezás con una transición ordenada y acordada, y otra pretender hacerlo en un año electoral. Es imposible.

-Hablando de elecciones, ¿habrá pelea con el PRO para el armado de las listas?
– Todos tendremos una enorme madurez y vamos a a resolverlo con responsabilidad. Cada partido tendrá su espacio y Cambiemos va a salir fortificado. Hay encuestas que dicen que lo que más mide en el país no es un candidato individual, sino la marca.

-¿Qué pasa si pierden en provincia Buenos Aires, se repite el ocaso de la Alianza?
– No me detengo a pensar esa opción. No porque no sea bueno tener un plan B, pero si me detengo a pensar eso me quita fuerzas para pelear por el único plan que tenemos, que es el plan a de ganar las elecciones.

– ¿Macri pasa a la historia si se convierte en el primer presidente no peronista que termina su mandato?
– Va a ser parte de la historia. Que logre terminar tendrá un mérito extraordinario, porque convengamos que tenés que lidiar con un movimiento que por su propia naturaleza te disputa el poder y no siempre por la vía más democrática.

– ¿El Presidente le pidió algunas misiones especiales?
– Muchas, y me sentí feliz de hacerlas. Hay que salir a apuntalar, convencer, muchas fueron leyes, otras con el mundo empresario o sindical. No quiero dar un ejemplo concreto.

– Dicen que usted es ministro sin cartera, pero parece un ministro en las sombras…
– Soy un colaborador permanente todoterreno. Significa que con mis años de experiencia y las relaciones que uno ha cultivado me permiten hoy sin la urgencia o responsabilidad de un ministro sentarme en muchas mesas a ayudar al Gobierno a avanzar en su gestión.

– ¿Por qué en la Rosada dicen que los radicales son quejosos o sólo buscan cargos?
– No sé quienes son, pero probablemente sea gente que no entienda cómo funciona un partido político. Somos el único que funciona como partido. La gente se dio cuenta cuando 347 tipos decidimos nuestro destino en Gualeguaychú.

– Hagamos futurismo ¿Lousteau y Manes serán los líderes de la UCR en 2023?
– Esos son protagonistas electorales por ahora. Los liderazgos no se construyen de un día para el otro. Tienen que tener volumen, emocionalidad. Vienen de abajo, no hay que buscarlos en televisión. Yo podría ver en 2019 a Corral gobernando Santa Fe, a Mestre en Córdoba, a Morales reeligiendo en Jujuy, pero no trabajo para eso.

– ¿Por qué un día Carrió dijo que ‘Sanz no se va meter más’ y dejaron de aparecer juntos con Macri?
– No voy hablar de cosas que sólo sirven para titulares que enojan a los demás. Esta fue una idea de tres personas, pero no puede quedarse en eso, ya es un patrimonio colectivo.

– Pero Carrió sola parece influir más que toda la UCR…
– Cada uno influye de acuerdo a su potencialidad. Ella tiene su activo en su personalidad y su posicionamiento mediático y bien que lo hace. Nosotros tenemos territorialidad y bien que lo explotamos. El PRO tiene a Macri.

– ¿Es cierto que le toleran todo menos tocar a Lorenzetti?
– Ella dijo que tiene pruebas para denunciarlo y habrá que poner en funcionamiento los mecanismo institucionales. Punto.

– ¿A Macri le conviene más Cristina candidata que presa?
– El Gobierno nunca intervino en la vida judicial y nunca se entendió. Si le preguntan al Presidente, y yo comparto, qué es lo que más pediría a la Justicia respecto al kirchnerismo es que devuelvan la plata que se chorearon.

– ¿Le aconsejaría que siga escuchando a Durán Barba o que se abra a otras voces?
– Macri escucha a todos, es un mito que escucha una sola voz.

-¿Van a incorporar peronistas?
– Cambiemos no es un colectivo que se para en cada esquina para subir gente. Hay que ampliar la base para ser una coalición mayoritaria, pero con los que vengan a quedarse. No con los que se bajan en la primera esquina. Lo que quiero es ganar el voto peronista.

– ¿Con medidas que favorecen a los ricos?
– No es verdad. En todo caso es un problema de comunicación que tiene que ver con la militancia de Cambiemos, que no ha estado todo el año abocado a mostrar muchas acciones del gobierno vinculada a sectores populares. No vamos a esperar que lo haga Pérsico.

– ¿Le aconsejaría a los todos los políticos tomarse un año sabático?
– Depende de cada uno. Hay gente que deja una semana y se vuelve loco. Lo mío es un proyecto de vida.

Ernesto Sanz: "En la UCR tenemos territorialidad, el PRO a Macri y Carrió lo mediático"

Boleta de la primera campaña a vicegobernador de Mendoza, en 1991, a los 33 años, en dupla con Víctor Fayad, de 35. Perdieron por apenas tres puntos.

Radical “por rebeldía” y emprendedor feliz
“¿Cómo me hice radical? Por rebeldía”, cuenta Ernesto Sanz. Uno cree adivinar que se rebeló a los dictados de su padre, abogado y frondicista. Pero no.
“El Club Ateneo de la Juventud, donde jugábamos al fútbol y al básquet, fue tomado en la década del 70 por el trasvasamiento generacional del peronismo. Todos mis amigos del secundario lo transformaron en una herramienta de la política”, explica. Y relata: “Un día vino Balbín a San Rafael y me fui a verlo. Sin querer me transformé en un radical a los 16 o 17 años”. Por las dudas, se ataja: “No fue por antiperonista o gorilismo”.
Es un ave rara de la especie política este mendocino de 60 años. A diferencia de los correligonarios de su generación no militó en la Universidad (“Estaban los militares”, justifica) y abrazó el alfonsinismo en plena guerra de Malvinas. En el 83 ya era encargado de las cajas PAN en su pueblo. “Detrás de la ayuda venían los agentes sociales a hablar de salud, de alfabetización, de planificación familiar”, recuerda.
Otro toque de distinción es que llegó a la política nacional de grande. Tras recorrer varios cargos en su provincia, aterrizó en el Senado en 2003, cuando tenía 47. En una carrera fulminante se convirtió en líder. Ocupó la banca los 12 años de kirchnerismo y se convirtió en el principal vocero opositor, como jefe del bloque radical y dos veces presidente del partido.
Tuvo más aceptación entre las elites empresarias, políticas y hasta sindicales que en el electorado. Admite que nunca pudo alcanzar esa sustancia intangible que le llaman carisma. En Mendoza tuvo como tapón a Julio Cobos y dos veces vio frustrado su intento de anotarse en la carrera presidencial: en 2011 se bajó de la interna con Ricardo Alfonsín y en las PASO de 2015 lo derrotó Mauricio Macri. Aunque su orgullo es haber logrado que la Convención radical de Gualeguaychú adhiriera a Cambiemos. Y ahora frecuenta los espacios del poder, pese a no ocupar cargo alguno.
Con todo, lo más extraño es que haya decidido barajar y dar de nuevo, desplazando a la política en el orden de prioridades. Retomó el manejo del estudio de abogados que fundó su padre en 1948 y se sumó a los emprendimientos turísticos familiares.
Es casi el publicista número uno de las tres posadas de los Sanz: “La que comparto con mi mujer se llama La Matera, la de mi hijo Fernando El Maitén y la de mi hija La Caballeriza”, se entusiasma.

-¿Y cuál es su aporte?-, se le pregunta.
– Mi mujer diría que mi presencia. Pero soy un poco el controller administrativo y el que hace las compras. Nuestra finca es autosustentable, producimos nuestro propio aceite de oliva. Si pasa por los alrededores de San Rafael, por ahí puede verlo a Sanz destornillador en mano arreglando una bomba de agua o subido al tractor de cortar el pasto. Eso, si un tal Mauricio Macri no le hace lugar en sus mesas de coordinación en la Rosada o en Olivos.

Itinerario
Ernesto Sanz nació el 9 de diciembre de 1956 en San Rafael y está casado con Cristina Bessone. Tiene dos hijos y tres nietos. Se recibió de abogado en la Universidad del Litoral (Santa Fe) en 1980 y tres años más tarde ingresó a la función pública en Mendoza como asesor del gobernador Felipe Llaver.
Fue presidente de la Juventud Radical y del Comité de su ciudad, donde fue intendente entre 1999 y 2003.
Antes había sido senador provincial, de 1993 a 1999, y fue candidato a vicegobernador en 1991 y 2007. Ocupó una banca de senador nacional de 2003 a 2015 y se destacó como jefe de bloque. Presidió la UCR dos veces: 2009-2011 y 2013-2015.​

Al toque
Un proyecto: Ayudar a mis hijos en sus emprendimientos.
Un desafío: Demostrar que se puede transformar a la Argentina desde un gobierno no peronista.
Un líder de hoy: Mmmmm … El chileno Ricardo Lagos.
Un prócer: San Martín.
Un sueño: Recuperar los ideales de desarrollo y progreso.
Un recuerdo: El abuelo Marcelino, el patriarca de la familia.
Una sociedad a la que admira:La española.
Una persona que admira: Raúl Alfonsín.
Una comida: El asado.
Una bebida: El malbec.
Un placer: Estar en Cuadro Benegas, mi lugar en el mundo.
Un libro: El hombre que amaba a los perros.
Una película: Perfume de mujer… no, mejor El Abogado del Diablo.
Una serie: Homeland.

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