Absolvieron al padre Yañez por una causa de abuso sexual porque el denunciante no se presentó al juicio

Al cabo de cinco años, la causa por abuso sexual contra el sacerdote Fernando Yáñez llegó a su fin. El juez Rodolfo Luque absolvió al cura de los cargos que le endilgaban luego de que la fiscalía, al igual que la querella, desistiera de mantener la acusación.

El sacerdote de 67 años lloró afuera del palacio de tribunales y, entre las pocas palabras que pronunció luego de escuchar la sentencia, dijo: “Es muy significativo que esto empezó un Miércoles Santo y Jesús indignamente me permitió vivir este calvario durante cinco años y me devuelve la vida en un viernes de Pascua de Resurrección”.

Después hizo una pausa, respiró hondo y agregó: “Perdono de corazón a todos los que me acusaron falsamente”.

La acusación contra el cura de Monte Comán terminó por caer porque el denunciante nunca apareció para corroborar sus dichos iniciales.

“El principal elemento de prueba era la declaración de la víctima. Una víctima que hace cuatro años que no puede ser encontrada y se avizoraba que no iba a poder comparecer al debate. El juzgado arbitró todos los medios a su alcance para encontrarlo, incluso a través de Búsqueda de Personas. Se indagó si estaba muerto, si salió del país, si estaba privado de la libertad en la provincia u otro lado. Quedó sin sustento la acusación porque el resto de la prueba eran indicios que corroboraban la declaración de la víctima”, afirmó el fiscal Giaroli.

LOS HECHOS
La causa por abuso sexual simple gravado por ser el responsable de la guarda y ser ministro de culto se remonta a diciembre de 2013 cuando el padre Yáñez estaba al frente del hogar San Luis Gonzaga en el distrito, pero fue iniciada formalmente en la Justicia en los primeros meses de 2014.

Entonces la Dinaf denunció al cura a partir de la declaración de un joven de 17 años que dijo que lo había manoseado a él y un compañero.

“Acá no había ninguna certeza y la única era la desvinculación del padre de los hechos que le atribuían. Por eso el fiscal se abstuvo de acusar, con muy buen criterio”, sostuvo Carlos Reig, abogado defensor del sacerdote.

El que sí se presentó en el juicio y declaró fue el joven que había sido señalado por el denunciante como otra de las víctimas del cura. Lejos de acusarlo, salió en su defensa. “Es injusto lo que le están haciendo. Él ha tenido muchos problemas con el hogar y por eso le hicieron esto”, afirmó el joven.

Antes de partir de tribunales, el padre Yáñez no olvidó la suspensión impuesta por el obispo de la diócesis sureña, monseñor Eduardo María Taussig, y entre críticas, solicitó que quede sin efecto. “Espero que el señor obispo después de haberme calumniado tenga la cristiana caridad de devolverme el ejercicio público y privado de mi sacerdocio”, lanzó.

AUDIO ADULTERADO
La acusación contra Yáñez quedó trunca, pero no la investigación paralela que se abrió por un audio que recorrió el país en el que se escuchaba al sacerdote decir: “Uno está rodeado de varones y necesita cariño”. El episodio es de 2016 y el padre siempre sostuvo que estaba editado.

El fiscal Javier Giaroli aseguró que continuará con esa causa ya que “el audio tan citado ha sido manipulado y editado suprimiéndole partes que podría haber llegado a ser tergiversado en su verdadero contenido”. Pidió reabrir una causa por extorsión donde la víctima es el cura.

Desde la defensa se mostraron conformes con la decisión ya que “la parte que habría sido editada o borrada era donde él decía que no había hecho nada, que estaba rodeado de jóvenes y necesitaba cariño. Sacaron donde él decía: yo necesito cariño no sexo” (Fuente nota y foto diario Los Andes, Gonzalo Villatoro)



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