Alguna vez se dijo que el fotógrafo Gustavo Matar era el Lázaro Baez de las gestiones «Jaque-Pérez».
Es un hombre de origen humilde, pero muy trabajador -por cierto-, que se hizo millonario de la noche a la mañana.
En apenas dos años (2010 a 2012) pasó de tener un Fiat 147 a construir una casa de más de un millón de dólares en barrio Garbín, y a comprar el Canal Telesur, operación que a los pocos meses se cayó por cuestiones «formales».
Su progreso tuvo un camino, y no fue la facturación de servicios a cumpleaños de 15, sino al gobierno de la provincia, del que cobró unos 50 millones, peso más, peso menos, en unos tres años.
Lo hizo con su talonario de monotributista, y luego a través de una sociedad anónima que conformó con su entonces mujer, Evangelina Godoy, «Sur Talent». Ahora factura carteles publicitarios a nombre de un empleado, para que nadie se de cuenta.
Tanta plata ganó sacando fotos y haciendo filmaciones que, como dijimos, de la noche a la mañana se compró una flota de vehículos de alta gama, un camión satelital (con que transmite para «Futbol para Todos»), una radio FM, decenas de carteles en la vía pública, y hasta imprime un medio gráfico donde se da el lujo de criticar a instituciones y particulares. Claro, «INFO YA» es de distribución gratuita, porque caso contrario -probablemente- no se lo compraría ni su propia madre.
OPERATIVO DE LA AFIP
De esos 50 millones de pesos que supo sacar el fotógrafo de los impuestos de los mendocinos, debió pagar cerca de 15 millones a la Administración Federal de Ingresos Públicos, cosa que no hizo en tiempo y en forma, por lo cual hizo varios planes de pago.
Esto determinó que el organismo centrara su atención en la manera de facturar de Matar, siempre al Estado, porque si fuera por los clientes privados no podría ni pagar la luz de su mansión de barrio Garbín.
La morosidad, sumada a un presunto lavado de dinero, hicieron que la Justicia Federal diera lugar a un pedido de secuestro de la AFIP a bienes y papeles de Matar.
El operativo se realizó ayer con inspectores que llegaron desde Mendoza, quienes efectuaron un total de 9 allanamientos, que incluyeron no solo la casa del fotógrafo, sino también de la madre de sus hijos, la vivienda de sus ex suegros, y la radio que tiene en Alsina y Cte. Salas, entre otros edificios.
A matar le secuestraron una Fiat Ducato, un Peugeot 208, un Citroen C4 y un Ford Fiesta nuevo (sin patente) que suele dejar mal estacionado en la vereda, además de un sinfin de papeles y computadoras (ver fotos).
En la causa Federal aparecen como imputados él, su hijo Brahim, y la madre de éste, Evangelina Godoy (quien ingresó a la legislatura bajo el ala del PJ, pero que después se pasó al massismo, luego que sus pares de bloque la echaran).
GUSTAVO MATAR EN GOOGLE
Con solo escribir «Gustavo Matar» en el buscador Google, se pueden apreciar parte de los antecedentes del ex fotógrafo del gobierno municipal y provincial:
– Denuncia de violencia de género contra su (ahora) ex esposa, la diputada provincial Evangelina Godoy.
– Denuncia de un grupo de jóvenes por haberlos golpeado, junto a su hermano Pablo, frente a su mansión de barrio Garbin.
– Imputación en la causa de sobreprecios al gobierno provincial.
– Desalojos por no pago de alquiler, tanto de sus viviendas como de oficinas.
– Amenazas telefónicas contra el propio gobernador, Francisco Pérez.
– Corte de luz de los carteles publicitarios que posee frente a la rotonda del Mapa, por no pagar, etc.
CAUSA PENDIENTE
La causa que se conoció como “Caso Mátar-Cazabán” sigue en ascuas. En un país serio quienes firmaron las contrataciones millonarias del fotógrafo ya estarían presos, al igual que el ex secretario general de la gobernación, Alejandro Cazabán, quien que manejaba la pauta, cosa box populi. Fueron compañeros de aerobismo con Matar (ver: Causa Matar-Cazabán: Revelaron como se “robaron” el dinero de los mendocinos).
Ya el fiscal de Delitos complejos, Santiago Garay, había pedido la elevación a juicio por la mega estafa al Estado, pero por buenos artilugios legales utilizados por Cazaban el expediente volvió a fojas cero.
Hubo sobreprecios, de eso no hay dudas. Sólo resta escudriñar las responsabilidades.
Quizás Matar utilice ahora sus dos medios de comunicación, poco creíbles por cierto (ya que nacieron de la corrupción), para victimizarse. Pero lo cierto es que es su costumbre NO PAGAR las deudas ni compromisos comerciales, cosa que la AFIP no perdona.