Así se burlaba un sanrafaelino, funcionario de Derechos Humanos e hijo de un desaparecido, del fallecido fiscal Nisman

Fagetti
Javier Fagetti es hijo de uno de los desaparecidos de San Rafael, sólo que su padre murió en plena democracia, cuando María Estela Martinez de Perón estaba en ejercicio de la presidencia. Es decir, Héctor Fagetti no fue un desaparecido de la dictadura, sino de la democracia en los tiempos del matrimonio Perón.
Sabido es el resentimiento que tienen los militantes de Derechos Humanos para con todos los que se animen a criticar a la presidente de la Nación, al grito de «gorila», porque más que defender una ideología forman una suerte de logia, donde no se analizan las cuestiones, solo se aplauden o condenan en virtud de lo que ocasionen a la imagen del actual gobierno nacional.

FAGETTI FUNCIONARIO PÚBLICO
Juan Carlos De Paolo, intendente de Gral. Alvear, decidió contratar a Fagetti como asesor en la «Secretaría de Derechos Humanos» de dicho municipio. De una manera u otra todos los hijos de desaparecidos obtuvieron cargos en distintos organismos del Estado, del 2003 a la fecha.
Desconocemos el trabajo que hizo en ese cargo, que en San Rafael -extrañamente- no existe. Lo que sí podemos ver de Fagetti es su muro de facebook, que dedica buena parte de sus posteos a alabar la gestión presidencial, y a atacar a la oposición y a la prensa que no es militante.
También, antes de ayer pudimos ver como subió una foto suya, con el torso desnudo, y con dos muñecas Barby a sus costados, a la que tituló «Yo soy Nisman».
Y está «todo bien» que en su muro de Facebook escriba cualquier cosa, sin embargo su cargo de funcionario va atado a su vida privada, le guste o no.
¿Y qué paradoja, no? El defensor de causas relacionadas a Derechos Humanos se burla de un fiscal de la nación que no se puede defender, y se mofa de las mujeres que acompañaron a Nisman en noches de diversión, como si eso se tratara de un delito.

DE PAOLO LE HABRÍA PEDIDO LA RENUNCIA
Según pudo saber HOY SAN RAFAEL el intendente De Paolo estaba enfurecido por la «broma» de Fagetti, por lo que le pidió a uno de sus funcionarios que le dijera al hombre de 41 años que ponga a disposición la renuncia al cargo, donde cobraba cerca de 15 mil pesos mensuales, según nuestra fuente.

EXTRAÑA MANERA DE PEDIR DISCULPAS
No busque la foto que le mostramos aquí, porque ayer por la tarde la eliminó. Tampoco crea que encontrará disculpas sinceras de Fagetti por mofarse de un fallecido en el contexto de la investigación de una causa judicial. Sin nombrar a nadie, el hijo del desaparecido Héctor le echa la culpa a otra persona (un compañero de militancia), sin nombrarlo, por la publicación de la foto, cuando los que entienden de la red social saben perfectamente que sólo él pudo subirla.
Esto es lo que dijo sobre la cuestión: «Ante la repercusión que se generó por una desafortunada publicación domestica en respuesta a la.publicación de un compañero de militancia, pido disculpas a los que se sintieron ofendidos y no pasó por mi mente burlarme de una persona fallecida. Soy un militante político y de derechos humanos , desde hace mucho tiempo; pero nunca desde el agravio y la agresión».

EL CASO NISMAN
POR ALEJANDRO DELL´ORBO – El Dr. Alberto Nisman tenía en sus manos la causa AMIA. Fue el propio Néstor Kirchner quien, ni bien asumió, entendió que debía crearse una fiscalía especial para investigar el atentado que le costó la vida a 85 personas (ahora son 86), la mayoría del culto judío.
Desde ese entonces que la causa no tiene a NADIE PRESO, es decir, que lo actuado por Nisman sirvió poco y nada al esclarecimiento del hecho.
   Esa fiscalía nos costó diez años a los argentinos cerca de 5 millones de pesos mensuales promedio (a plata de hoy), entre el sueldo de Nisman (que en neto superaba los $100 mil), el veintenar de gente que tenía trabajando (incluyendo a Lagomarsino), con sueldos que oscilaban entre los 18 y 40 mil pesos, más todos los gastos operativos de las oficinas, incluyendo también los trabajos de inteligencia.
En lo personal, yo sabía quien era Nisman, por mi trabajo, pero la mayoría de los argentinos lo conoció después de muerto.
El fiscal recibía un salario INMORAL, para lo que son los sueldos en la actividad pública (es más, cobraba más que la presidente).
Eso le permitía hacer tantos viajes, salir con modelos (y bancarlas), y alquilar un departamento en el edificio Le Parc de Puerto Madero.
A Nisman, como a casi todos los miembros de entidades judías, no les cayó en gracia el acuerdo que hizo el gobierno de Cristina Fernandez con su par de Irán. «Con los terroristas no se pacta, se los combate», dice una vieja frase.
Pero la presidente hizo todo lo contrario; solicitó -proyecto de ley mediante- la amnistía de una decenas de presuntos terroristas iraníes, que figuran en la causa y que, aún, tienen pedido de captura. Para colmo no tuvo mejor idea que mandar a negociar con esta gente al INEFABLE Luis Delia.
Desde ya que el pacto fue declarado anticonstitucional por nuestra Corte Suprema. Igualmente, Nisman creyó que detrás de dicho pacto estaba la intención de Cristina de encubrir a los autores del atentado al edificio de calle Pasteur, por lo cual dos días antes de ser encontrado sin vida la iba a denunciar ante el juez de la causa, y el día anterior en el Congreso Nacional.
Este periodista, que mamó la causa AMIA desde un principio, no por convicciones sino por proximidad (pues al momento de la explosión vivía a escasos metros del lugar), aún siente todos los días del año el ruido del estallido en su cabeza. Y estoy completamente seguro que Cristina no tuvo intenciones de encubrir a nadie, y que tampoco mandó a matar al fiscal.
Pero alguien lo mató, y es eso lo que queremos que se sepa, independientemente que este señor de 51 años se acostaba con jovencitas, les pagaba lujosos viajes y que se quedaba con parte del sueldo de sus colaboradores.
Una cosa no tiene que ver con la otra.
Por el bien de la República necesitamos saber «quien mató a Nisman», pero también aprovecho para decirles que «Yo NO soy Nisman».

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