A las 10:30 de ayer, efectivos del UMAR (Unidad Motociclística de Acción Rápida) interceptaron a dos sujetos que se desplazaban en una moto que no poseía chapa patente.
Mientras eran identificados, un joven de 24 años se aproximo a los efectivos, y le dio un ladrillazo en la cabeza a uno de ellos, quien se desvaneció en el piso. Acto seguido le quitó el arma reglamentaria y comenzó a correr hacia Villa Laredo, donde tiene domicilio.
Los otros policías salieron en su persecución, provocando que el maleante les disparara a quemarropa. Por fortuna las dos balas que salieron del arma del uniformado no dieron en sus colegas, quienes capturaron al delincuente y le secuestraron la pistola.
Cuando se estaba procediendo a la reducción del agresor, comenzaron a llover piedras de distintos domicilios, lesionando a los policías y dañando móviles.
Tuvieron que asistir efectivos de Infantería a la esquina de Esquiú y Palau para apaciguar los ánimos, sin embargo malos vecinos seguían arrojando todo tipo de objetos contundentes.
A todo esto se secuestró la moto que habían parado los uniformados del UMAR, la cual tenía pedido de secuestro pues había sido sustraido días atrás de un taller mecanico. Sin embargo sus dos ocupantes escaparon cuando comnenzó la batalla campal.