Conmovedora crónica de un accidente, escrita por un bombero de Salto de las Rosas

Bombero
Desde hace mucho tiempo los vecinos de Salto de Las Rosas vienen reclamando soluciones, o al menos compromiso de quienes son sus empleados directos, si… de esos empleados que uno elige por votación, y que uno siente que con el tiempo que ese voto fue a un patrón y no a un elegido…
Así se siente cada vez que uno reclama con sangre y tiene que pintar estrellas amarillas en lugar de plantar jardines, uno se siente abstraído por el dolor de tal manera que uno se acostumbra y pasan los años como un tumor que no nos deja estar en paz.
Es que los vecinos vienen reclamando entre cientos de pedidos que se realice la rotonda en 3 esquinas, en el Distrito de Cañada Seca. Cuánta sangre mas y cuanto dolor acumulado se tendrá que soportar para que algún político realmente tome manos a su juramento y diga «Basta».
He aquí mi obligación para con la comuna” y detenga la sesión de un día mas en el recinto para reclamar a viva voz que el pueblo muere, que la comunidad sufre, que familias se desdoblan… que madres ven morir a sus hijos, por el simple capricho de tener que realizar una obra donde solamente la ve quien sabe Dios… que equivocados están, que ignoto el que escribe en un papel y da la orden de archivar un expediente, si… ese que el pueblo con ilusión votó para que cambie la historia.
Esto viene de decenas de accidentes donde murieron personas o como una niña sufrió el lunes pasado 29 de Diciembre el dolor de la embestida de un vehículo, quien al son de decir que la niña cruza sin mirar; pues, querido conductor, de seguro Ud. cruza sin mirar la máxima velocidad, de eso no me ponga excusas.
Todo comienza cerca del mediodía; ese horario donde reina más el silencio que el canto de las aves, en el cual una niña inocente y alegre camina sobre la banquina intentando cruzar a su destino, cuando -sin aviso- el golpe de un vehículo sobre su cuerpo le da una tardía advertencia de que en la zona no hay semáforos, ni veredas, ni rotonda o alguien quien controle el paso.
El silencio se rompe en un estremecedor grito de dolor que despierta del letargo a la comunidad y la pone en acción al rescate de un retoño de su pueblo.
Siendo las 12:50 ingresa al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Salto de Las Rosas (BVSR) el llamado de nuestro Jefe Comandante, por VHF se siente el dolor en sus palabras, hubo un accidente y había que actuar. De sus tareas se apresta nuestro compañero Gonzalo Canales a llamar a la Guardia Pasiva, respondiendo el pedido el Bombero Saúl Sepúlveda, el deja a su familia, su trabajo, su vida para el servicio de los demás. En 5 minutos la dotación llega al lugar y se encuentra con el panorama desolador de llantos, dolor y gritos. Rápidamente dan su análisis de la situación y en sus brazos trasladan los elementos necesarios para contener la situación.
Ya había un móvil de la Comisaria 42 intentando controlar el transito, tan atareados que ni dan el aviso ellos al Cuartel, si no que lo hacen los vecinos a nuestro Jefe.
Aún estábamos lejos de avistar al Servicio de Emergencia o tan siquiera a la Ambulancia de la Salita de Salud.
Cuando la dotación llega a la niña, los Padres la habían acobijado con mantas y su Madre intentaba compartir el dolor de su niña quien se encontraba tirada sobre su lateral derecho, con sus brazos lastimados y con el golpe en su boca que le roba un diente, de esos que son forzados y no arraigados por el ratón Pérez.
Una Médica de civil de la Sala de Salto de Las Rosas se presenta para ayudar a nuestros compañeros en la tarea, ella conociendo de emergencias intenta calmar a la niña que retorciéndose del dolor y del shock vivido se era difícil llevar la tarea de extricación, medio por el cual uno contiene a la víctima colocando un collarín y amarrándolo a una camilla para evitar lesiones mayores a la espera de un traslado urgente.
Para realizar una tarea de extricación es necesario una mente fría y decidida ya que al mínimo error de movimiento uno puede dejar invalido de por vida a la víctima. Una buena extricación asegura a la víctima en una posición apta para evitar acrecentar lesiones que podrían ser permanentes. Para ello los miembros de BVSR entrenan día a día para especializarse en cualquier tipo de incidentes, no solo el Bombero extingue incendios, el Bombero está preparado para cualquier eventualidad, cuando todos salen… los Bomberos entran. Desde rescate de víctimas en accidentes vehiculares pasando por rescate en alturas con cuerdas o hasta el más tierno rescate de un animal el Bombero lucha contra todos los elementos de la Tierra.
Volviendo al incidente, la extricación es un éxito en rapidez y precisión, estamos listos para su traslado Comandante es lo que se escucha por la radio, no obstante empezaría el suplicio de la displicencia habitual del Servicio de Emergencias en San Rafael. «5 minutos», Vociferaba el Oficial de Policía, «ya llega la ambulancia», en su voz se sabía el dejo de incertidumbre ya que ellos también son ciudadanos y padecen de los mismos problemas cuando ellos necesitan la ayuda. Los vecinos retrucaban que hacía más de 30 minutos se habían pedido las ambulancias.
A tiempo arriba la Ambulancia 107 de Salto de Las Rosas al mando de Marcelo Moran, quien al encontrar la escena controlada solo le queda felicitar por el trabajo realizado a quienes actuaron. La dotación no infla el pecho, no se siente orgullosa aun, sigue concentrada en la victima y la contención de sus familiares, intentando recabar los datos de lo ocurrido y controlando los signos vitales de la niña.
Para esto ya habían pasado 20 minutos y eso que la Ambulancia esta aun más cerca que el Cuartel de BVSR, cosas que no se explican, situaciones en las que ellos también son víctimas, ya que dependen de un Sistema Coordinado que no pasa las llamadas y espera hasta quizás ver si son falsas alarmas, desde hace un tiempo La Comunidad tuvo que lamentar muertes y pérdidas totales en Incendios de Viviendas debido a la incapacidad operativa del CEO.
Subiendo a la niña a la Ambulancia se presenta la Ambulancia del Servicio Coordinado, quien pide descargar a la niña y volverla a subir a la otra unidad. Situación que desespera en los ojos de quienes ven, es que uno no entiende como algunos Profesionales no saben que los segundos son vitales para las víctimas, lesiones ocultas que de no ser tratadas a tiempo pueden llevar a situaciones irreversibles.
La Ambulancia se despide con sus luces y sirenas ahuyentando y advirtiendo a quien en su letargo disfrutaba de aquel agraciado mediodía. Los familiares regando el asfalto con sus lágrimas no entienden la situación y vuelven a sus viviendas. La policía sola queda con el Conductor del Vehículo quien solamente decía no haber visto a la niña cruzar pero que al menos no fue otra historia de prófugo.
Nuestros compañeros es cuando se sacan sus cascos y sus guantes transpirados por la concentración, es cuando se relajan por un momento y vuelven al Cuartel en silencio, intentando reconstruir en sus mentes lo que sucedió. Ese silencio que aún perdura cuando se bajan de la unidad y revisan y ordenan el material para estar listos para otra intervención. Solo se siente la palmada en el hombro del compañero y la mirada de regocijo dando el empujón de aliento y la felicitación por el trabajo bien hecho. Es ahí, cuando un Bombero se infla y siente el orgullo de su Cuartel, de sus compañeros y el de sus Jefes; es en ese momento que uno entiende porque elige ser BOMBERO VOLUNTARIO.

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