De una sufrida infancia a ser una promesa de River

Alexander es un pibe de 16 años que vivió siempre con sus abuelos Elvira y Emilio, pero ellos fallecieron hace tres años.
Desde entonces, Alito quedó viviendo sólo en la casa de sus abuelos, con la asistencia de algunos parientes.
Su pesar por no pertenecer a una familia tipo, pudo haberlo conducido a los peores vicios; sin embargo, estudia el secundario y su «droga» es el fútbol, al que le dedica buena parte de sus horas libres en la semana.

Como es de conocimiento público, la semana pasada el ex campeón del mundo, Leopoldo Jacinto Luque, vino a observar chicos de San Rafael para  probarlos en River Plate.
Uno de los que se presentó fue Alexander, entre cientos de pibes de todo el departamento.
Alito arribó al nuevo estadio de la Isla del río Diamante con sus botines gastados, pero con una fe bárbara; lo hizo junto a su mamá Lucrecia.


Madre e hijo llegaron a las 12 del mediodía, pero las horas pasaban y no lo llamaban para jugar. Los nervios eran cada vez mayores a medida que bajó el sol, hasta que a la medianoche fue invitado para probarse en el campo de juego.
En esas 12 horas, Luque apenas había seleccionado a dos chicos.
Engripado, y con un leve desgarro muscular, Alito entró a comerse la cancha, y vaya si lo hizo, porque junto a los otros dos pibes fue elegido para viajar a Buenos Aires a probarse ante el DT de las inferiores del millonario.
Obvio, hubo lágrimas de emoción de él y sus familiares, quienes se acercaron ya en la madrugada a la cancha de césped sintético, para alentarlo y verlo jugar.
¿Será Alexander una nueva estrella de River?… Todo puede ser, nada es imposible.

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