Un grupo de personas denunciaron ayer al pastor evangélico Víctor Doroschuk por homofobia.
La exposición fue realizada ante autoridades del INADI, que se hicieron presentes esta semana en San Rafael, e involucra también a la radio del Estado, que fue la que reprodujo el microprograma de «Sembrar Valores», donde el religioso hizo las polémicas afirmaciones.
LA DENUNCIA
«La homosexualidad es un pecado, cuya consecuencia es la muerte”, señaló Doroschuk.
El pastor alegó que dicha columna la grabó hace diez años, y que al hablar de muerte se refierió a lo espiritual (?).
Unas 300 personas firmaron la denuncia que llevaron los vecinos Lucas Buchter, Mariela Herrera y Diego Silvestre ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, y anticiparon que harán lo propio en el fuero penal.
Además, en el contexto de hablar sobre los distintos «mandamientos» de su religión, Doroschuk solicitó a sus oyentes «denunciar al pecado».
Las declaraciones del fundador del templo «Vida y Paz» no fueron muy distintas a las que hizo el vocero del obispado, José Antonio Alvarez, en infinidad de ocasiones, pero no tuvo la misma suerte de salir inmune de tales afirmaciones.
UN VOCERO DE DIOS
En su cuenta de Facebook, Doroschuk se mostró molesto por la denuncia que rápidamente se hizo mediática: «Por favor… No soy yo quien no acepta lo que la mayoría de la sociedad acepta; es Dios quien no comparte; y si soy vocero de EL, debo decir lo que EL dice.»
Luego le bajó algo el tono a la cuestión, y elaboró un texto más largo: «No lo digo yo; lo dice Dios a través de la Biblia; si la lees, notarás que es más contundente de lo que hoy dije en sembrar Valores; hoy solo dije que el pecado que promueve la LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales), conduce a la muerte; y ésta es -por supuesto- muerte espiritual; la cual es un millón de veces más terrible que la muerte física, la cual es natural, y tarde o temprano nos llega a todos; pero la espiritual te excluye del propósito eterno. Por esto es que el predicador, si ama a Dios y al prójimo, debe denunciar lo que atrae la ira de Dios, según Romanos 1: 18 por el bien de todos… Amamos y bendecimos al pecador, pero denunciamos lo que está oculto a los ojos físicos y sutilmente agazapado para el Segundo después de la muerte física».
