Finalmente se logró saber que el ascensor que se desplomó esta mañana en el edificio López Martín (es el primero, que se utiliza para las oficinas y departamentos) lo hizo por exceso de peso.
Se habían subido siete personas al habitáculo, entre ellas tres menores de edad.
Lo hicieron en la planta baja, marcaron el botón de los pisos y, cuando el elevador intentó subir, se vino hacia abajo, pegando contra el amortiguador de emergencia.
El aparato no se hizo daño, de hecho ya está funcionando nuevamente, ya que el otro ascensor está en reparación.
Sólo uno de los ocupantes, de unos 25 años, se lastimó algo la espalda en la caída.
Es importante decir que hay un cartel que establece explícitamente que es apto para sólo cuatro personas o 300 kilos de peso máximo.

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