El futbolista sanrafaelino Sebastian Longo recibió y dio un par de golpes, pero se encuentra bien.
Recién a las 21:30 pudo regresar al departamento que ocupa en la Ciudad de Mendoza, luego de la batalla campal que se registró ayer en el entrenamiento del equipo de Independiente Rivadavia, y que marcara una bisagra en el fútbol argentino.
Recordemos que unos 50 barras bravas de la Lepra ingresaron a la cancha donde se estaba entrenando el equipo, muñidos de palos, bombas molotov y hasta armas de fuego.
Los jugadores no podían creer lo que veían. Los barras comenzaron a golpearlos y se desató una verdadera batalla campal, donde dos futbolistas resultaron con heridas importantes, uno de ellos con un corte profundo en una de sus piernas, que le impedirá jugar por varias semanas.
Las bombas molotov las arrojaron en la playa de estacionamiento, donde los deportistas dejaron sus autos, que sufrieron roturas de cristales y abollones varios.
Afortunadamente, en su última visita a San Rafael Longo decidió dejar su coche para realizar una operación, por lo que el vehículo se salvó de esta locura.
Independiente, que está pasando un momento futbolístico paupérrimo, y que lucha por su permanencia en la categoría, debía jugar el domingo ante Atlético Tucumán, pero debido a los incidente la fecha se trasladó al miércoles, y a puertas cerradas.
HOY SAN RAFAEL pudo averiguar que Longo ligó un par de golpes, y que se defendió como pudo, incluso tirándole sillas a los criminales hinchas.