«Fui víctima de un robo»: El daño psicológico que el delito produce en las víctimas

Todos los días damos a conocer al menos uno de los 50 robos que ocurren en San Rafael a diario.
Delitos más o menos traumáticos, según el modus operandi. Y sin duda, uno de los que más huellas deja en la psicología de las víctimas es el denominado escruche, la modalidad delictiva por la cual malvivientes ingresan a una casa, tras violar un ingreso, y como si se tratara de un supermercado se llevan todo lo que se les da la gana, pero sin pagar.
En minutos, el esfuerzo de años de trabajo se diluye. Pero acaso el daño peor no es la pérdida material, sino el trauma que queda en la psiquis de la víctima.

TESTIMONIO DE UNA VICTIMA A SU PSICOLOGO
El psicólogo más conocido de San Rafael, Lic. Gabriel Olivo, dio a conocer el relato que le hizo una de sus pacientes tras haber sufrido un robo, el cual compartió en su muro de Facebook, con el fin de intentar describir el daño psicológico y la psicopatología que genera un hecho delictivo a su víctima.
En situación de terapia, la paciente describe entre llantos y con muchísima precisión la siguiente vivencia :

«Me robaron todo , rompieron todo, ensuciaron todo.
Profanaron nuestra casa, nuestro hogar, ese lugar al que siempre regresaba luego de trabajar, buscando la sensación de paz y descanso que tanto tiempo nos llevó con mi esposo construir, y de pronto -en un instante- nos encontramos con una escena de guerra, destrozaron todo, absolutamente todo.
En ese momento sentí como si fuera una VIOLACION; el trato indigno e irrespetuoso que hicieron de los rincones más íntimos de NUESTRO TEMPLO FAMILIAR.
Tocaron todo, ensuciaron todo. En nuestra cocina revolvieron nuestra heladera, manosearon nuestra ropa, usaron asquerosamente nuestro baño.

Cuando apenas llegué y observe todo ese desastre, tuve sensaciones intensísimas; el corazón me latía a mil, como que se me salía por la boca. La respiración la tenía acelerada, entrecortada; las manos me transpiraban. Entré en un estado de confusión; me dolía mucho el estomago, no podía creer que esa era mi casa.
Siento de todo (expresa entrecortada, entre llantos y esforzándose): Impotencia, repugnancia, repulsión, náuseas, asco, bronca, odio, tristeza, desgano… Estoy muy cansada… No doy mas…
También siento mucho miedo, más que miedo es terror.
Lo peor de todo es que mi esposo y mis hijos sienten lo mismo; nos cuesta volver a casa, nos cuesta dormir; no quiero esto para mis hijos. …
Quiero la ciudad como antes, cuando era chica: Las puertas sin llave, sin rejas; se dormía con la ventana abierta, jugábamos en la calle. Era posible andar tranquila».

DIAGNOSTICO
Asegura Olivo que la paciente, a su manera, fue armando una lista de síntomas que conforman lo que se llama TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMATICO (TEPT).
«El robo implica violencia y pérdida de bienes materiales, cuyas secuelas psicológicas varían en un rango que va entre un malestar mediano con angustia hasta un trauma severo», manifestó el profesional.

Lic. Gabriel Olivo

«Por mínimo que sea el robo, toda víctima experimenta una reacción emocional y conductual y en un porcentaje muy alto de los casos sufren si o si trastornos psicológicos. En algunos casos después de varios meses los efectos parecen disminuir; sin embargo y a pesar del tiempo, las víctimas continúan experimentando una importante cantidad de reacciones atípicas que antes no tenían», explicó el psicólogo.
En cuanto al mejoramiento del paciente, Olivo expresó: «Es muy importante establecer una red social y familiar de soporte que contenga comprenda y brinde afecto ,de esa manera las consecuencias psicológicas del robo, comienzan a mejorar considerablemente , es decir disminuye la intensidad de los síntomas. Así como que las víctimas que reciben ayuda terapéutica tienden a superar los efectos negativos más rápidamente».

EL HCD SIGUE SIN TRATAR UN PROYECTO PARA ASISTIR A LAS VICTIMAS
El año pasado, el periodista Alejandro Dell Orbo, en uso del art. 100 bis del Reglamento Interno del HCD, presentó un proyecto para la creación de una «Oficina Municipal de Atención a Víctimas de Delitos».
La iniciativa establece que la comuna provea a las víctimas de robo, violación, lesiones, homicidio de un familiar, etc, y en caso de solicitarlo, de asistencia psicológica, legal y espiritual, en este último caso con el auxilio de sacerdotes católicos o pastores evangélicos voluntarios.
Pero el presidente del Concejo Deliberante, Cdor. Ricardo Vergara, ni siquiera elevó el proyecto para que se trate en comisiones; directamente lo archivó, por lo cual se presume que no le importa las víctimas.

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