Históricas: La primera iglesia de San Rafael*

iglesia

¿Cómo era San Rafael en 1840?
Aunque continuaba siendo una región desértica, mucho representaba la acción fortinera que -hasta donde alcanzaba- constituía un amparo para la desperdigada población.
Un miliciano hombre, entendido en cuestiones guerreras que estaba por lo tanto muy a gusto en todo lo concerniente a he-párroco a cuya gestión se debió la finalización de la obra.
Por esa fecha (1885) el recién llegado Rodolfo Iselín, junto a personas de predicamento en la naciente Colonia francesa, colocó las bases para la erección de un templo protestante en el gran domicilio del súbdito francés Pablo Matile, quién realizaba las funciones de pastor.
La inmigración italiana, por entonces ya numerosa en la población y de profundas convicciones religiosas, mediante la eficaz ayuda de don Ambrosio Bonfanti, donante del terreno destinado para ese fin, posibilitó la fundación de un edificio públicamente dispuesto para venerar a la iglesia de Jesús, en cuya obra colaboraron numerosos compatriotas, que desde zonas distantes, transportaron adobes, ladrillo y elementos necesarios para la construcción. Todos fueron peones, albañiles, «maestros de obras».
Tuvieron la franca disposición del religioso y hábil diseñador Pablo Ricci, quién junto a la feligresía, gozó el día de la inauguración de San Ambrosio, venerado por los italianos, y el entusiasmo de don Ambrosio, gran adepto del santo de su mismo nombre.
Años después, la parroquia se denominó «Lourdes», y como tal muy querida y familiar para los pobladores de la colonia que estaba naciendo, quienes así como conocían su vieja historia, transmitieron a sus descendientes lo que ella simbolizó, sin dejar de recordar con cierta nostalgia que se trata del primer templo católico de San Rafael.

* Publicado en el suplemento “Historias, Personajes y Leyendas de San Rafael”, de SEMANARIO DEPARTAMENTAL.

Comentarios

comentarios

Top