Históricas: Los pioneros del Transporte en San Rafael*

TALLER SPARACINO - FABRICA DE COLECTIVOS
POR ENRIQUE F. CAÑEQUE – Corría el año 1925 y don VALENTIN BIANCHI , don FRANCISCO CAÑEQUE , don ROSARIO SPARACINO y FIDEL BELLAVISTA deciden inaugurar la primera Empresa de Omnibus de San Rafael. A pesar de las dificultades económicas, la empresa había progresado; los Socios deciden ampliar la actividad, y estando en venta dos ómnibus de la firma «La Péndola» (un Ford y un Dodge) los compran.
Además, por intermedio de la firma «International» armaron sobre un chasis de esa marca un ómnibus más grande para los recorridos más lejanos y de caminos en peores condiciones. Ya que ese tipo de vehículo era apto para ello lo bautizaron «Treinta y Tres», por el modelo del chasis.
Poco tiempo después, los socios Fidel Bellavista y Rosario Sparacino deciden retirarse de la Sociedad. Una vez concretado el retiro de ambos, don Valentín invita a participar en el negocio a su cuñado HUGO PILATI, quién desde hacia tiempo tenía la intención de asociarse en la empresa.
Con todas las dificultades que se presentaban, como el gran incremento de los costos en el mantenimiento de los vehículos (debido al mal estado de los caminos) se ve la conveniencia de mejorar la atención mecánica de los ómnibus. Por gestión del socio Francisco Cañeque hace venir de Buenos Aires a su cuñado Celso Fernández, un reconocido y experto mecánico, agregando al plantel otros dos choferes con experiencia y conocimiento de mecánica, don JULIO CIVERCCHIA y don DANTE BAROLO.
Uno de los recorridos que hacían era saliendo de Av. San Martin 1035 (hoy 135, ya que en aquel entonces Av. San Martín nacía en Av. Sarmiento), por San Martín, Av. Gral. Paz, Adolfo Calle y doblando por calle El Palomar hasta el almacén «El 43», por el carril hasta la Ruta Nº144.
Otro de los recorridos era a General Alvear, que resultaba toda una odisea, por cuanto debían cruzar en dos ocasiones el río Atuel por vados; en oportunidades se quedaban empantanados y debían bajarse los pasajeros para ayudar a salir.
En un diario de la época apareció el siguiente anuncio: «LA INDUSTRIAL» Servicio de pasajeros y encomiendas entre San Rafael y General Alvear y viceversa. Salidas frente al Banco de la Provincia, domingos, martes, jueves y sábados. Precio del pasaje de ida $7,00, ida y vuelta $12,90. Horario de salida a las 7 y llegada a las 11:30 AM (aviso extraído del libro «SAN RAFAEL POR DENTRO», de Carlos Acosta Bielli).
Y una anécdota: Por aquellos años don Francisco tenía tres hijos, los que habían contraído tos convulsa, a lo que el Dr. Teodoro J. Schestakow recomendaba cambiar de aire; entonces alquiló una casita en la Villa 25 de Mayo, y viajaba todos los días en un Ford «T». Pronto los vecinos advirtieron que iba todos los días a la Villa, como ellos le llamaban, y volvía a la noche; al escucharlo llegar, le pedían si al día siguiente los podía transportar. Fueron creciendo los vecinos que le pedían traerlos a San Rafael, y habló con los Socios y decidió viajar en un ómnibus y cobrar el pasaje, así quedó la línea a la Villa 25 de Mayo.
Cuando deciden dejar de operar la empresa de Omnibus, venden varios y uno es vendido a don Julio Civercchia, quien junto a Manuel Casquero y los Hermanos José, Nicolás y Juan Tapia forman la Empresa C.H.A.P.I., la que fuera absorbida por la Empresa C.I.T.A. (Empresa Inglesa que trajo varios camiones para transportar carbón de Minacar a Pedro Vargas), luego se transformó en la ex Cooperativa TAC (parte de esta historia ha sido extraída del libro «VALENTIN el inmigrante», de Alcides J. Nino Bianchi).

* Publicado en el Suplemento «Historias, personajes y leyendas de San Rafael», de SEMANARIO DEPARTAMENTAL.

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