Cuando a Celso Jaque se le acababa la gestión, sabía perfectamente que no podía presentarse en ningún cargo electivo, pues su imagen era más negativa que positiva, luego de administrar de forma pésima los recursos de los mendocinos.
Sabía también que a lo máximo que podía aspirar es a un cargo entregado por el gobierno nacional.
El malarguino estuvo varios meses desocupado, hasta que la presidente lo vio nuevamente cuando vino a San Rafael a inaugurar la nueva terminal. En medio de la alocución que Cristina Fernandez hizo ese mediodía en la champagnera Bianchi, se tomó el tiempo de agradecer a Jaque, quien estaba en el auditorio, recodando que en el único departamento de Mendoza en que Néstor Kirchner ganó en el 2003 fue el suyo.
Días después llegó el premio: Celso Alejandro fue nombrado como embajador en Colombia.
Negocio redondo hizo entonces el ex gobernador, pues se fue de la provincia (lejos de los potenciales escraches), donde dejó un recuerdo pésimo, y se hizo acreedor de la suma de 15.000 dólares por mes (unos 210 mil pesos de hoy).
Además, el embajador cuenta con gastos de representación, auto con chofer, pasajes aéreos, casa, comida y la mar en coche, en un caserón de la capital colombiana.
El dato del sueldo lo reveló hoy el Diario La Nación, y mientras Jaque se enriquece con dicho sueldo, en los hospitales de su provincia, la que dejó literalmente fundida, sigue sin haber gasas, como así tampoco tizas en las escuelas.