El domingo alrededor de las 20:00, un Rastrojero color naranja detuvo su marcha en unos terrenos incultos que se ubican detrás del barrio Isros.

Con total desparpajo, el conductor de este taxiflet, comenzó a vaciar la caja del vehículo sobre el baldío, tratándose de basura de todo tipo. Acto seguido, el hombre la prendió fuego.

Los vecinos que advirtieron el hecho tomaron una serie de fotografías, pero no quisieron acercarse al sujeto por miedo a ser agredidos, pues no es la primera vez que inescrupulosos hacen los mismo y luego insultan a quienes les marcan la infracción.

En una época existía un trabajo conjunto entre el municipio y el Juez de Faltas para atrapar con las manos en la masa a estos mugrientos, y meterlos en un calabozo por el delito de arrojar basura en lugares prohibidos.

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