Todos los años Miriam Medina, madre del estudiante fallecido Sebastian Bordon, llega a San Rafael para el aniversario de la muerte de su hijo, el 11 de octubre.
Pero no viene en son de paz, pues junto a las personas que la acompañan (en micros o trafic que desconocemos quien las paga) deja inscripto su odio a San Rafael en cuanta pared en blanco haya a su paso a El Nihuil.

Tal es así que, si damos una recorrida por la Ciudad, encontraremos un sinfín de pintadas contra la institución policial, y en detrimento de los cinco uniformados que ya cumplieron su condena.
Para colmo, escriben la palabra «Justicia», cuando en el año 2000 hubo un juicio donde se condenó a los policías y civiles sindicados por sus abogados.
Y vale decir que hasta el año 2010 este grupo de inadaptados se cansó de romper el destacamento policial del distrito cada vez que venían a San Rafael, a tal punto que los efectivos debían abandonar el mismo, y permitir que hagan estragos en el edificio, para evitar males mayores. Pero ese año se organizó una pueblada, donde se impidió el paso de estos vándalos al pueblo, por lo que tuvieron que partir sin poder hacer daño, y de allí en más no lo volvieron a destruir.

PREMIO
Pese a los antecedentes de Miriam Medina (ex de Bordón), que se manifestó a favor de la libertad de Milagro Salas, y que se saca fotos con Hebe de Bonafini y Axel Kiciloff (tres procesados por la Justicia por ladrones del Estado Nacional), la APDH San Rafael le entregó un premio, ayer en la tarde en la Biblioteca Mariano Moreno.

Se trata de la «Distinción en Derechos Humanos 2017», argumentando que la mujer «es un ejemplo de lucha contra la violencia policial y estatal; la de antes y la de ahora».
Estas organizaciones, en lugar de galardonar a Medina, debieran denunciarla por el daño a la propiedad pública y privada, pero en cambio entregan una distinción.
Evidentemente, vivimos en el mundo del revés…

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