En esta Navidad y Año Nuevo los sanrafaelinos ya no tuvieron que escuchar los ruidos ensordecedores de la medianoche, producto de la pirotecnia.
En los distintos barrios y distritos se oyeron apenas un par de petardos o cañitas voladoras, arrojados por inadaptados que -quizás- ya tenían los explosivos del año pasado, o que los adquirieron en otra Ciudad, donde aún está permitida la venta.
Fue el caso de Gral. Alvear, donde una nena de 7 años y un nene de 12 tuvieron que ser asistidos en la Guardia del Htal. Enfermeros Argentinos por quemaduras en sus manos.
Esperemos que en este 2019 el vecino departamento imite la ordenanza que ya funciona en 13 municipios de la provincia.
Vale decir que gracias a que rige la prohibición en San Rafael, no se reportaron en las redes sociales perros perdidos o lastimados en el intento de esconderse de los estruendos.