Todos los días en nuestra Ciudad al menos un abuelo cae en las garras de las denominadas «viudas negras». Algunos las denuncian, como en este caso, y otros por pudor prefieren no hacer la exposición policial.
El sábado fue el turno de un hombre de 63 años, a quien una mujer lo interceptó en calle Independencia y Plaza.

Primero se acercó y luego comenzó a hablarle, al tiempo que lo tocaba y le proponía si quería acostarse con ella.
El sexagenario se la sacó de encima, pero al caminar unos metros notó que del bolsillo trasero de su pantalón le había sustraído la billetera con 200 pesos.

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