El Segundo Juzgado Correccional libró una orden de detención para la docente Bibiana Deolinda Toledo, tras haber faltado dos veces consecutivas al inicio del juicio oral que la tiene como demandada en una de las tantas causas que posee pendientes en los tribunales locales.
Recordemos que el lunes se le dictó sentencia en el Juzgado Federal, obligándola a realizar tareas comunitarias en una escuela, en un expediente penal que se le confeccionó por el delito de «desobediencia». Además, el martes tampoco compareció a una primera audiencia por otra demanda que le inició el periodista de diario Los Andes Carlos Simón.
DETALLES
La semana pasada el juez Claudio Gil había fijado fecha de debate en la causa que la tiene como acusada por violación a los artículos 109 y 110 del código penal (injurias), en perjuicio del Director de Recursos Humanos de la Municipalidad de San Rafael, Raúl Giannone, a quien acuso de varios delitos en su cuenta de Facebook, y en un pseudo diario digital de su propiedad.
Ese día se excusó de no ir presentando un certificado de enfermedad de su hija, por lo cual se postergó el juicio hasta ayer miércoles, donde directamente no se hizo presente, ni se excusó de ninguna forma.
Es por eso que el magistrado pidió su detención ayer, pero hasta el momento no fue encontrada en su domicilio particular, ni en las escuelas donde dicta clases.
Sin embargo, sí tuvo tiempo esta mañana para escribir en su muro de Facebook que está siendo víctima de una campaña de difamación por parte de los medios locales, cuando en realidad fue ella quien hostigó permanentemente a distintos colegas, acusándolos de corruptos, entre otros epítetos, e inventando cosas sobre sus vidas privadas.
También en su defensa, increíblemente, niega que haya sido culpable de un delito federal, cuando ella misma pidió la «probation» para evitar ser condenada, y por añadidura echada de la Dirección General de Escuelas.
En la misma línea, dice que nunca fue notificada por la causa de Simón, cuando un oficial de justicia le dejó la demanda por debajo de la puerta ante la presencia de vecinos (que testificaron con su firma en el oficio), y cuando aún vivía en su viejo domicilio.
Otra mentira más de Toledo, como haber negado que se burló del apellido de un niño que asistía a una escuela donde ella da clases.
También en su descargo, que hizo en la red social, dice que no se escapa de la justicia, sin embargo hace 24 horas la policía la está buscando.
Fiel a su estilo, termina el escrito diciendo que tiene grabaciones de charlas de funcionarios «que no ejercen bien su función».
En fin, la justicia llegó; muy tarde, pero llegó
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