El 21 de mayo de 2018, Magalí Videla comenzó con contracciones, por lo que acudió al nosocomio, siendo atendida por la ginecóloga de guardia, la Dra. Belén Perez Azcurra. Todo le indicaba a la profesional que el parto sería complicado, debido al gran peso del bebé, sin embargo se negó a realizar una cesárea a la paciente.
Una vez en el parto, extrajo a la bebé de forma manual, utilizando demasiada fuerza, por lo que Emma Justina Vazquez terminó sufriendo PBO (parálisis braquial obstétrico) con síndrome de Horner.
Su estado generó que la menor tuviera que pasar dos semanas en neonatología, antes de obtener el alta. Sin embargo, la Dra. Pérez Azcurra le generó lesiones de por vida a Emma, ya que el PBO es una lesión que afecta los nervios y músculos del plexo braquial, produciendo parálisis en sus extremidades superiores (hombro, brazo, mano y dedos).
Ahora Emma vive con muchas limitaciones: Debió aprender a utilizar su brazo izquierdo y ser zurda, porque su brazo derecho fue afectado completamente. Ya ha pasado por dos cirugías y recientemente le fue suspendida una tercera. Además, está transitando por infinidad de terapias para tratar de corregir su estado y vivir una vida medianamente normal.
La mamá de la niña inició una demanda por mala praxis y por maltrato de la Dra. Pérez Azcura.
Magalí Videla tuvo tres abogados, los cuales -sospechosamente- fueron abandonando el caso, sin dar muchas explicaciones. El tercero de ellos presentó debidamente todos los papeles, por lo que la demanda parecía encaminarse, sin embargo el letrado también lo abandonó.
Las pruebas existen, y Magalí lo único que pretende es que la responsable pague por los daños hechos a su hija.