En horas de la siesta, el CEO recibió un llamado que daba cuenta que un sujeto estaba intentando romper la puerta de una farmacia a metros del kilómetro cero.
Hasta el lugar arribó un móvil de la UEP, cuyos tripulantes detuvieron al sospechoso y lo trasladaron a la Comisaría 8va.
Pero al bajarse, el violento sujeto comenzó a darle patadas a la unidad, provocando la rotura de una de las puertas del patrullero.
Mientras esto ocurría, una joven se acercaba a la dependencia para denunciar que ese mismo sujeto horas antes le había roto el espejo retrovisor izquierdo de su automóvil.
Debido a que tenía antecedentes, el joven fue derivado a la cárcel local.