Antes de la llegada del actual gobierno, en 2003, la mayoría de los argentinos dejaban todo lo que estaban haciendo para escuchar una eventual cadena nacional, que era un hecho esporádico, excepcional, contrariamente a la actualidad, donde tenemos una por semana.
Es que el presidente o ministro de Economía del país hacían anuncios importantes, frente a una cámara de televisión, sin aplaudidores.
Anuncios que, por lo general, marcaban cambios en la calidad de vida de la gente, o al menos esa era la idea.
Sin embargo, desde que el kirchnerismo está al mando del Ejecutivo Nacional, la cadena nacional se convirtió en un acto político, bien peronista. Hay presencia de público, y abundan los cánticos, y hasta los insultos de los militantes hacia sectores de la oposición y el empresariado, ante el silencio y la sonrisa cómplice de la presidente.
Ya no se usa la cadena nacional para hacer anuncios importantes, sino para sembrar más discordia entre una sociedad ya dividida.
Las consecuencias son el resultado de esta encuesta, donde el 71% de los sanrafaelinos aseguran que les indigna escuchar a hablar a la jefa de estado.
El sondeo estuvo una semana en el sitio hoysanrafael.com, y votaron más de 1300 personas.

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