Escrache vecinal a un vecino que no cierra su lote en construcción

Desde hace un tiempo existe una casa en construcción en un lote de calle Agustín Álvarez, entre San Juan Bosco y Perú.

Al parecer, el propietario se quedó sin dinero para terminar la obra, por lo cual el lugar quedó en un completo estado de abandono, y se transformó en un escondite de indigentes, vándalos y malvivientes, que desde el primer piso tienen acceso visual a los patios de las viviendas contiguas.
Desde allí planifican robos, como los dos últimos ocurridos esta semana en esa manzana, y donde la policía halló a los ladrones cobijados en el edificio repartiéndose el botín.

Los vecinos ya le han pedido al dueño del terreno que proceda a cerrarlo, y ante la respuesta negativa alguien decidió escracharlo, escribiendo con pintura en aerosol en una chapa, tal como se aprecia en las fotos. Dicho escrache incluye el número de teléfono del propietario de la obra: «Este vecino se caga en la seguridad del barrio», asegura la leyenda.

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