En su primer discurso ante la Cámara de Comercio, en el almuerzo de las Fuerzas Vivas de 2012, el entonces gobernador Francisco Pérez anunciaba para San Rafael la construcción de la nueva planta cloacal «Los Dos Alamos» en Cuadro Nacional, con una inversión de 55 millones de pesos.
El llamado a licitación se produjo dos meses después, y se concesionó la obra a una empresa local, a la que recién se le dio el OK en octubre del 2013.
La misma lleva 22 meses trabajando, cuando el plazo para su terminación era de apenas 14 meses.
Es que el gobierno de Pérez incumplió permanentemente con los pagos, sin que a la firma se le certificara los avances de obra en tiempo y forma.
A casi dos años de su inicio, la misma está parada por falta de pago a la empresa, que tiene un total de 40 empleados trabajando, 36 de los cuales fueron suspendidos en la actualidad.
En septiembre del año pasado, el gobierno publicitó que la obra llevaba un 62% de avance, y por lo visto en 12 meses poco se hizo, ya que aún falta como medio año para su culminación.
LA OBRA
La nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales contempla el desvío total de efluentes desde San Rafael hacia el nuevo establecimiento depurador de Cuadro Nacional, lo que dejará sin efecto el colapso que sufre la planta actual.
El proyecto está pensado con una tecnología de aireación, con grandes sopladores que burbujean aire desde el fondo de las piletas.
Los desechos cloacales llegarán directamente a la planta de bombeo donde serán triturados. Posteriormente, a través de cañerías, desembocarán en profundas piletas, cuyo fondo no es alcanzado por rayos solares y permite la actividad de bacterias.
El siguiente depósito son las piletas aireadoras, más extensas y menos profundas, que anteceden a las denominadas cámaras de contacto que conducen el proceso por espacios similares a un laberinto.
Finalmente las aguas servidas son volcadas al caudal del río.
Si bien el agua no es apta para el consumo humano, es un recurso óptimo para el riego, la producción de verduras y el consumo de animales.
La planta de tratamiento representa un sistema de saneamiento que elimina todo tipo de olores, garantizando la buena calidad de vida de quienes habiten esta zona en el futuro.
El emprendimiento garantizará salubridad a San Rafael hasta, por lo menos, el año 2035.