Pese a que tienen un carnet profesional de manejo expedido por la Policía de Mendoza, buena parte de los taxistas de San Rafael dejan mucho que desear cuando conducen.
Si usted mira dentro del habitáculo de un taxi circulando, puede ver a los conductores sin el cinturón de seguridad de colocado y manipulando sus teléfonos celulares.
Exceden la velocidad máxima en calles, avenidas y rutas, y no colocan el guiñe al cambiar de carril o doblar en una esquina.
En este caso sorprendimos ayer a un taxista que dejó su auto estacionado en la vereda del Automóvil Club, con el fin de bajarse y comprar hielo.
¿Y si buscaba estacionamiento como cualquier hijo de vecino?

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