Históricas: Año 1888, el arribo de hombres fundamentales para San Rafael

Dos años antes de comenzar la década de 1890, en la famosa mensajería de Poggi, vastamente conocida por la puntualidad de sus horarios, llegaron a San Rafael varios jóvenes aún veinteañeros que cumplirían relevantes quehaceres en el desarrollo industrial del poblado en formación.
Nuevas ideas, espíritu renovador, inquietudes espirituales y franca vocación de progreso trajeron los forasteros que se alojaron en el hotel de Francisco Arbet, donde permanecieron poco tiempo pues tenían ya prevista antes de viajar al sur provincial sus disposiciones, relacionadas todas con el engrandecimiento y adelanto departamental.
Habían proyectado los forasteros su traslado a la «Colonia Francesa» un año antes, pero la gran epidemia de cólera comenzaba en Buenos Aires y extendida al interior del país, provocó daños irreparables en la ciudad de Mendoza, y algo menores en San Rafael, determinando tal hecho la temporaria suspensión del viaje a estas tierras.
1888
El número de aquellos jóvenes arribados a la incipiente población sureña constituyó un enorme factor del incremento regional, y buena parte de ellos vivió hasta promediar el presente siglo, con excepción de uno de los pioneros, Arturo Blanco, que falleció en 1932 y fue el gran precursor de la fruticultura local, a partir de establecerse primeramente en Rama Caída, en El Cerrito, donde erigió viviendas y fincas, para luego hacer lo propio en «Los Nogales», y finalmente fundar en Cuadro Benegas el complejo denominado «El Nihuil» cuyo ordenamiento frutícolo-vegetal representó la virtual puesta en marcha de la industria sanrafaelina.
Integrante de aquel grupo fue Alberto Herrero, un hombre de bien, dueño de una capacidad e iniciativa semejante a la de José Quiroga, Enrique Tenconi, y otros ilustres pioneros que transformaron la fisonomía de una Colonia destinada a simbolizar un emporio de riqueza. Quiroga, tras conformada la futura ciudad, la dotó de todo lo indispensable y necesario que requiere un gran pueblo, y a él se le deben obras de magnitud. Debemos agregar a la figura de don Alberto Herrero, arriba mencionado su accionar dentro del campo agrícola, y su gestión en los altos cargos oficiales en que actuó.
En estas páginas realizamos una nota sobre Enrique Tenconi, una vida plena de actividades diversas, y por otra parte, es preciso consignar que ese año, 1888, fue electo diputado Provincial por San Rafael, Abelardo Nanclares, autor de numerosos proyectos beneficiosos para el departamento.
* Publicado en el suplemento «Historias, leyendas y personajes de San Rafael», de SEMANARIO DEPARTAMENTAL.

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