Históricas: Biografía de otro de los pioneros, Antonio Campi*

Entre otras funciones sociales, Campi fue Presidente de la Cámara de Comercio en 1947/1948.
Entre otras funciones sociales, Campi fue Presidente de la Cámara de Comercio en 1947/1948.

En la población de Lomas de Zamora, donde frecuentes eran las reuniones que la sociedad porteña efectuaba en las arboladas quintas próximas a Buenos Aires, nació en setiembre de 1884 un niño que al cumplir cuatro años fue llevado por sus padres a Génova, ciudad de la que su progenitor era oriundo.
Tanto don Luis Campi como Pierina Bianco -oriunda del Piamonte- permanecieron allá dos décadas, y cuando regresaron a la Argentina, el segundo de sus hijos, llamado Antonio, era un aventajado estudiante, cuya facilidad para resolver problemas matemáticos asombraba a sus propios profesores.
El aprendizaje europeo, exigente al máximo en su escuela genovesa, dejó en el muchacho -ya veinteañero- una experiencia extraordinaria en el manejo de los números, por los cuales su vocación era innata. Los cálculos aritméticos, por mas complicados que fueran las cifras, eran resueltos de inmediato. Sin existir -es obvio- nada semejante al progreso técnico de nuestros tiempos, parecía guardar en su mente una máquina computadora.
Tras un lustro vivido en Buenos Aires, el joven, capacitado para otras actividades, colaboró en la apertura y diseño de caminos del interior bonaerense.
Prolijas fueron las muy bien trazadas rutas entre los pueblos de Chacabuco y Maipú, como asimismo en poblaciones diversas, y en zonas tan distantes como el por entonces territorio del Chaco, donde abrió varias vías de tránsito. Por otra parte, su padre se dedicaba a la comercialización de productos varios, actividad que dominaba.
Antonio Campi llegó a San Rafael en 1909 con 25 años cumplidos, y tras un breve trabajo vial, por encargo de un familiar suyo de apellido Bertelli, próximo a Magnasco en la venta de productos lácteos, compró el negocio.
Puede afirmarse que aquello constituyó la puesta en marcha de sus actividades negociadoras en el sur mendocino. Comenzó adquiriendo propiedades, chacra, fincas, establecimientos varios, etc., y a tal nivel llegó su poder económico, que en más de una ocasión la sucursal del Banco de Mendoza requirió sus favores.
Hombre de gran amor propio, era capaz ante un compromiso incumplido de provocar los aprietos de una firma o entidad.
En ocasión de comenzar las tareas de la ruta pavimentada Bowen-Lincoln, mantuvo un diálogo con el General Perón, quien conocía ampliamente la capacidad y el empuje de Antonio Campi, y lo que ello representaba en torno al desarrollo de una población como San Rafael, que avanzaba a pasos agigantados.
Fue padre de 5 hijos: Mafalda, Yolanda, Antonio Roberto, Alfredo Luis y Lidia Pierina, todos casados con hijos.
Y fue Alfredo Luis, quien se prestó a una entrevista para dar detalles de la condición humana de su padre.
– ¿Cómo recuerdan ustedes a su padre?
– Lo evocamos con gran cariño. No era un hombre de muchas palabras, pero si naturalmente cordial. Jamás retó a ninguno de quienes fuimos sus hijos.
– ¿Eran ustedes chicos estudiosos?
– Todos fuimos buenos alumnos, pero, sin ser indiferente, papá nunca pareció afligido por nuestras buenas o regulares notas en el colegio.
– ¿Se divertían con el?
– Le gustaba, junto a mamá, llevarnos a espectáculos alegres y entretenidos. Se reía tanto como nosotros cuando en el circo -por ejemplo- el Tony y el payaso se peleaban.
– ¿Sabían ustedes que era un buen negociante?
– Los chicos no entienden mucho de esas cosas, pero si advertíamos que constantemente andaba en tratos comerciales.
– ¿Tuvo males de salud?
– Solo las cosas corrientes. Recordamos, si, que eran frecuentes sus accesos de tos.
– ¿Tenía buen apetito?
– Si. Le gustaba la buena comida, pero nunca fue gordo.
– ¿Sabían ustedes, los hermanos Campi, que él tenía mucho dinero?
– No le dimos a ello gran importancia. Estuvimos acostumbrados a una vida desahogada.
– ¿Qué lugar ocupa usted, Alfredo Luis, entre sus hermanos?
– Ando por el medio.
– ¿Cuántos hijos tiene usted?
– Diez, de los cuales ocho son casados.
– ¿Nietos?
– Diecinueve.
– ¿Cómo se llama su esposa?
– Antonia Mora, hermana del ex intendente, e hijo de uno de los industriales mayores que hubo de San Rafael.
– ¿Recuerda alguna de las obras realizadas por su padre?
– Fueron muchas, pero le citaré solo una: donó el terreno en que hoy existe una escuela para el estudio de la carrera eclesiástica.
– ¿Un seminario?
– Así es.
– ¿Dónde está situado?
– En la calle Tirasso-
– ¿Cuándo falleció su padre?
– El 5 de marzo de 1968. Tenía 84 años.
– ¿Es unida la familia Campi?
– Lo fue toda la vida. Nunca dejamos pasar los días domingos sin reunirnos.
– ¿Y usted se siente feliz con los suyos?
– Enormemente.

* Publicado en el suplemento «Historias, Personajes y Leyendas de San Rafael», de SEMANARIO DEPARTAMENTAL

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