El abogado Gustavo Lorenzo había sido condenado en 2012 a la pena de 12 años de prisión por haber abusado sexualmente de su hijastra, pero recién fue detenido en mayo de 2013, cuando la condena quedó firme.
Desde ese entonces el pedófilo tiene domicilio en el penal de Av. Mitre, ahora en una suerte de «pabellón VIP», gracias a los contactos que supo hacer con los directivos de la cárcel.
Esta mañana tuvo lugar una audiencia en tribunales para tratar su tercer pedido de acceso a prisión domiciliaria, la que le fue denegada.
Lorenzo adujo depresión y que en la cárcel no le daban el tratamiento pertinente, pero tanto la fiscal Alejandra Becerra como el juez Sergio González no creyeron en el autodiagnóstico del depravado, por lo que seguirá purgando la condena en la penitenciaría.