POR ALEJANDRO DELL ORBO – LA CTA es la Confederación de Trabajadores Argentinos, una agrupación que -se supone- defiende los intereses de los «laburantes» de distintos gremios.
Los afiliados a esta rama sindical pagan todos los meses un porcentaje de su sueldo, que en Mendoza administra un señor llamado Gustavo Correa, quien pertenece al SUTE (Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación).
Este señor no tuvo mejor idea que hacer política con la plata de los trabajadores, enviando misivas a los docentes con la consigna de «NO VOTAR A MACRI», en la que argumenta distintas cuestiones que sólo parten de la frondosa imaginación de Correa.
Entre dichos argumentos, el más increíble que objeta (y que en este caso Mauricio Macri sí propuso) es el de la evaluación de los docentes, a la que Correa se niega.
En definitiva, nada nuevo bajo el sol… estos señores los únicos intereses que defienden son los de ellos.